A mediados del siglo XIX, y gracias a la iniciativa del presidente Gerardo Barrios, el café se introdujo a El Salvador proveniente de Etiopía.
A partir de ese hecho tan relevante, nuestro país entró en un período conocido como economía cafetalera, el cual se prolongó hasta el primer tercio del siglo XX, cuando los precios del café cayeron estrepitosamente.
Con la adopción del café como producto para la exportación, El Salvador comenzó a experimentar una serie de situaciones socioeconómicas como:
- Búsqueda de territorios aptos para el cultivo del café con lo cual las zonas montañosas y cordilleras del occidente del país comenzaron a utilizarse para este propósito.
- Como el cultivo del café demandaba fuertes inversiones económicas y grandes extensiones de tierras, sólo las familias económicamente favorecidas podían dedicarse al cultivo. Esto dio origen al surgimiento de una burguesía cafetalera durante más de un siglo.
- El surgimiento de instituciones como la hacienda consolidó la economía de los grandes productores y género pobreza en los campesinos y jornaleros que debían trabajar la tierra ajena a cambio de un escaso salario.
- La desaparición de las tierras ejidales o comunitarias las cuales fueron adquiridas luego entre los productores de café, lo cual permitió la expansión y consolidación del parque cafetalero en nuestro país.
- Promulgación de leyes que regulan el trabajo de los campesinos en las fincas y haciendas. Son ejemplos de esto la ley del jornalero y los jueces agrícolas.
- Luego de 1870 el cultivo del café se había expandido a la región Oriental del país con lo que la economía entro en auge.